LA IGLESIA FUNDAMENTALISTA CONTRA LA QUE PROTESTAMOS - Ensayo

LA IGLESIA FUNDAMENTALISTA CONTRA LA QUE PROTESTAMOS - Sobre la Primera Protesta frente a una iglesia en Puerto Rico...!

Por: FRANCISCO “EL JIMAGUA” CARTAGENA

ACTIVISTA DE DERECHOS HUMANOS - Twitter: @eljimagua

La iglesia contra la que protestamos es aquella con líderes apostólicos que utiliza el nombre de Dios no para amar a su prójimo como a ellos mismos, sino para juzgarlo, señalarlo y pisotearlo frente toda una comunidad. Una comunidad sujeta a la vulnerabilidad que representa el temor infundado desde siglos por el verbo fundamentalista.

La comunidad LGBTT como una discriminada es sensible al dolor ajeno. Crecemos escuchando  historias sobre el padre que le entró a batazos a su hijo homosexual al catalogarlo de una aberración, tal como lo expresa la iglesia fundamentalista contra la que protestamos.

Quienes somos discriminados crecemos con temores,  adversidades familiares y sociales que nos atrasan el pleno desarrollo psicosocial.  Aun así creemos en la diversidad y en la libertad y me parece menester resaltar que  todas las esferas de nuestra sociedad son diversas. La comunidad LGBTT no es la única que es diversa, ya que la comunidad religiosa pudiera tener más siglas que la cinco actuales de la nuestra.

La religión que quieren imponer a  nuestras leyes ciertos líderes, con gran protagonismo público en las pasadas semanas y con el verbo a  la senda antigua, no pueden socavar las creencias del ateo, el budista, el católico, el musulmán, hinduista,  los judíos o el gnóstico, etcétera, al imponerlas a la suya propia.

Dentro de la misma denominación protestante hay diversidad, ya que encontramos el Testigo de Jehová, el Mita, Evangélico entre otros. Algo así como CGBAMTEMJI, excelentes siglas para describir la diversidad religiosa.

Quienes nos manifestaremos en Puerto Rico por primera vez  frente a una iglesia, creemos  firmemente en la libertad de culto y diversidad de creencias religiosas.

Creemos en que una religión no se puede imponer a las otras, al igual que, ninguna ni todas, se pueden imponer al estado sobre cómo protege y equipara los derechos de sus ciudadanos en especial aquellos que son discriminados (as).

Recientemente hemos observado como líderes enfermos de discrimen contra la Comunidad LGBTT se victimizan por el hecho que el Estado ha comenzado a hacer justicia en Puerto Rico o porque simplemente hemos decidido por primera vez pararnos frente su puertas a decirles basta.

En efecto protestamos contra instituciones cuyos papilares salivan ante la presencia del lingote de oro, el reloj chick, la exuberante ofrenda y el impuesto interno del templo, que es llamado diezmo, esbozado a un andamiaje teológico.

No cumplen estas iglesias fundamentalistas con la máxima de Jesús de Nazaret, al cesar lo que es de cesar y a Dios lo que es de Dios. No cumplen con Mateo 7:5-12 que condena el juzgar al prójimo y a no mirar la paja ajena, si se tiene una viga en el vuestro.

Manifestamos nuestro reclamo frente a los templos de alcurnia  que cabildean  por condicionar nuestros derechos civiles a la imposición de sus creencias religiosas. Protestamos porque nos sentimos acosados y perseguidos.  Porque queremos que abracen el amor diverso tal como fuera el mandato del Jesús de sus biblias, las que citan a conveniencia para justificar su discrimen.

La iglesia contra la que muchos protestamos no es la iglesia que ayuda al caído, que cree en las luchas sociales a favor del bien común del ser humano. No protestamos contra quienes cree en la misericordia y en el amor al prójimo. Esa iglesia merece todo nuestro respeto, amor fraternal y abrazo genuino.

Ante la pregunta del porque protestar frente una iglesia, es importante resaltar que esa misma iglesia es la que ha protestado conciertos de artistas respetables y los ha acusado de abominables, es la que protesta  nuestra identidad, sentimientos y derechos civiles. Entonces la respuesta es, ¿por qué no? eljimagua@live.com

AGRADECEMOS: al Movimiento Inclusivo Apoyo a la Comunidad (MIAC) por apoyarnos!