jueves, 20 de noviembre de 2014

Cuerpos invisibles: Flores eróticas y erguidas



Cuerpos invisibles: Flores eróticas y erguidas
Por: Francisco "El Jimagua" Cartagena Méndez
Escritor y activista social puertorriqueño
Twitter: @eljimagua 
En mis caminos había solo sequías y desolaciones.  Hasta que en otro amanecer solitario vi a Cristian en la plaza.  Recuerdo que me pasó por el lado y mi canino olfato detectó un aroma a claveles y deseos. Desde entonces le veía casi a diario, por lo que pude comprender que las flores todas, florecían cada nuevo alba en su belleza.  Tampoco había soles que no se posaran en sonrisa, su sonrisa era la que me enloquecía.  

Le conocí y me hice su amigo, hasta llegar a la noche de los mil suspiros. Esa noche le desojé su ropa de algodón y seda. Le desnudé pétalo tras pétalo para terminar con mis penumbras de ente solitario. Mordí sus labios gruesos, mordí sus suspiros y su sonrisa.

 Le besé con locura y sujeté su pene que en mis manos crecía. Le masturbé y cuanto más apretaba sus seis pulgadas duras y erguidas, mayor era su respuesta de fiera embestida a los poros de mi cuerpo.

Sus uñas me dibujaban nuevos caminos en mi espalda desierta de caricias.  Luego me posé encima de él y rosé mi pene con el suyo, como hidalgos guerreros espaldeando suspiros  y gemidos.  Pero yo quería más caminos;  «hazme la espalda sangre y no te detengas» - le dije, mientras pecho con pecho y sudor con sudor le pedí que se adentrara en mí, «quiero hacerme todo surcos con tu grandeza» - supliqué emocionado.

Me viré de frente pues quería ver sus ojos y los soles de su sonrisa saciándose de mi estreché. Lo colocó con cuidado, se meneó con arte y maestría, mientras yo era opera de gemidos. Siguió penetrándome así de frente, y en su meneo sus labios gruesos yo mordía. Un estruendo y mis labios ya hechos sangre avisaron de un río blanco en mi pecho.

Fui de él y de su grandeza, me llené de las flores de su cuerpo y me mojé en su río blanco . Fui suyo aunque nunca lo fui en realidad.  Desde entonces mis sueños de él son adicción nocturna.

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jueves, 6 de noviembre de 2014

Homotivación: ¿eres gay? Quiérete y acéptate

Homotivación: ¿eres gay? Quiérete y acéptate

Por: Francisco "El Jimagua" Cartagena Méndez
Escritor y Activista de derechos humanos
Twitter: @eljimagua



El peor enemigo de tu homosexualidad puedes serlo tú mismo (a). Lo más importante no es la aceptación de la sociedad. Lo importante es seas tú quien te aceptes tal cual eres, que te ames y respetes. Entonces podrás encontrar el camino a la apertura de tu armario.

Vivas dentro o fuera del armario, debes comprender que tu cuerpo y tu corazón son tuyos y no del prójimo que pretende juzgarte. La felicidad comienza en nuestro interior, si aprendemos a ser felices con nosotros mismos, lograremos la felicidad deseada.

Es cierto que los homosexuales en el camino sufrimos las espinas del discrimen y el rechazo. Hacer de ese sufrimiento un escudo para el futuro, nos permite caminar con la frente muy en alto, viviendo tal cual somos.

Vive tus sentimientos y libéralos del armario y del temor que te representa la homofobia. El discrimen te vencerá solo si tú lo permites. En efecto, las armas del discrimen son tu temor, así que desarma a aquellos que pretenden dominar tu vida.

La homosexualidad no es el problema. Ser homosexual no es un pecado, ni una aberración. Por muchos años, ciertos grupos religiosos han confundido a la humanidad mediante condenas contradictorias. Esas condenas solo son útiles para aquellos que quieren dominar la libertad de las personas.

Solo tú puedes abrir tu armario y vivir con orgullo tu verdadera identidad sexual. Solo tú tienes los recursos para amar y besar a quien elige tu corazón, solo tú puedes ser quien eres y no lo que la sociedad te obliga a ser.

Es mejor ser una verdad señalada que una mentira reprimida. La verdad libera al alma y nos permite amilanar el odio y el discrimen en nuestra contra.

Si eres gay, pues quiérete y ámate tal cual eres. Camina con orgullo viviendo dignamente y honradamente. Recuerda que no eres un pecado, eres un ser humano hermoso.

Vive respetando a los demás, vive luchando por tus derechos, vive tu verdad.

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