jueves, 28 de agosto de 2014

Adolescentes homosexuales – desde el desarrollo psicosocial

Por: Francisco El Jimagua Cartagena Méndez
Escritor y Activista de Derechos Humanos
28/08/2014


Cartagena Méndez F. (2014). Adolescentes homosexuales – desde el desarrollo psicosocial. Ensayo de Francisco El Jimagua. Disponible en: www.jimagua.com 

¡Una mirada homosexual desde el Caribe, Fragor Antillano!

Desde muy temprana edad descubrí mi propia homosexualidad. La descubrí en las emociones que a mis seis años me provocaba otro chico. La descubrí luego en la sonrisa y los labios de mi compañero de escuela de nombre Luigi, esos labios que nunca besé por temor a la burla. Se nace gay y los adolescentes merecen la libertad de vivir su identidad sexual, sea cual sea.

La adolescencia marca un momento preciso en el que la mayoría de las personas descubren su identidad sexual. Esta identidad es descubierta tanto por homosexuales como por heterosexual por igual. Esta etapa es importante que se lleve a cabo con gran naturalidad y realidad, ya que definirá la sexualidad del adolescente hasta la etapa adulta.

Según la teoría de Erikson del desarrollo psicosocial, el fracaso a la hora de completar con éxito una de las 8 etapas del desarrollo humano puede dar lugar a una capacidad reducida para terminar las otras etapas y, por lo tanto, conlleva a una personalidad y un sentido de identidad personal menos sanos.

La Teoría e Erikson que se compone de ocho fases, nos indica que la Búsqueda de Identidad vs. Difusión de Identidad ocurre de los 13 hasta los 21 años aproximadamente. Se experimenta búsqueda de identidad y una crisis de identidad, que reavivará los conflictos en cada una de las etapas anteriores; los padres de los adolescentes se verán enfrentando situaciones nuevas que serán un nuevo reto para su misión orientadora (Santos, 2014).

Son características de identidad del adolescente: La Perspectiva Temporal, orientación en el tiempo y en el espacio, la seguridad en sí mismo (a). La experimentación con el Rol, y énfasis en la acción. El aprendizaje interés por el contacto con el medio ambiente y una estrategia del aprendizaje vital. Sobre la polarización sexual: Ocurre un adecuado grado de desarrollo del propio interés sexual. (Santos, 2014).

Las personas en su adolescencia deben definir como habrán de expresar su sexualidad, ya sea en la heterosexualidad, la bisexualidad o la homosexualidad, además de otras identidades de género como la transexual y transgénero.

Desde esta perspectiva, una adolescencia homosexual marcada por la burla escolar y social, así como por el discrimen, otorga la posibilidad de que miles de seres humanos homosexuales no logren terminar exitosamente esta importante etapa del desarrollo humano.

El temor a que se nos descubra la identidad sexual homosexual, da paso a la bisexualidad forzada o a la homoheterosexualidad, término que se refiere a aquellos hombres y mujeres homosexuales que sufren un proceso adaptativo a la heterosexualidad, y reprimen y ocultan su verdadera identidad homosexual.

En el proceso adolescente es importante que los padres sean capaces de brindar confianza, pero sobre todo compresión. El adolescente experimenta cambios fisiológicos propios del ser humano. En estos cambios la identidad sexual juega un papel fundamental en lo que será la salud sexual, mental y la felicidad del/la adolescente hasta su adultez.

El vivir una doble vida es un factor de riesgo desde muchas perspectivas. Una de ellas lo es en torno a relaciones sexuales. Al tener que vivir ocultos, muchos jóvenes no tendrán el valor o la oportunidad de tener una relación amorosa en completa libertad.

Esta cárcel puede empujarles a la promiscuidad, ya que se hará difícil poder mantener relaciones de pareja. Esto ocurre en un momento de la experimentación sexual que normalmente ocurre en la adolescencia.

Miles de homosexuales adolescentes viven su realidad con gran sufrimiento, muchos terminaron con su vida, o piensan quitarse la vida, por temor al rechazo, al discrimen y la burla.

Es importante se eduque en las escuelas sobre orientación sexual e identidad de género, ya que como he indicado en artículos anteriores, esta educación sobre diversidad fomentará el respeto y la inclusión hacia las personas homosexuales.

Esa inclusión sería la llave que abra la puerta de tantos armarios en los que tantos adolescentes hoy guardan su más fehaciente verdad, su hermosa homosexualidad. Comentarios a: eljimagua@live.com

Quisiera haber podido amar – Yo nací Gay

Por: Francisco El Jimagua Cartagena Méndez
Escritor y Activista de Derechos Humanos
28/08/2014

¡Una mirada homosexual desde el Caribe, fragor antillano!

La vida pasa por nuestros ojos como un relámpago asesino. La homofobia arrebató de mis labios, aquellos besos en mis tiempos de adolescente, en los que quise besar a otro chico. Tuve que ocultar por muchos años mis deseos y mis sentimientos homosexuales. Fueron tiempos en los que lloré tantas noches, en las que la felicidad era un acto hipócrita en mi persona.

Guardo mucho rencor con la vida. No pude amarles, no pude sentirles, no pude besarles. Ellos a mí tampoco, hoy tengo la inmensa duda sobre si alguno también ocultaba su homosexualidad.

Descubrí desde muy corta edad que tenía una gran atracción física por otros chicos. Me gustaban físicamente y lo comprendí desde mis seis años, sino desde antes. Ya a los ocho o nueve años de edad, varios compañeritos de escuela me provocaban palpitaciones y emociones que aún no comprendía del todo.

Pero mi interior me advertía que no debía expresar lo que estaba sintiendo, ya que que si lo hacía, sufriría mucho. Oculté mi verdad y oculte mis sentimientos.

Nací gay, pero crecí siendo un heterosexual más. Tuve muchas novias de escuela. Llegué entregar uno de esos papelitos en los que los chamacos preguntamos a una chica ‘¿quieres ser mi novia, me das el sí?’, pero en realidad deseaba más a los chicos.

Actualmente tengo 29 años de edad y se me hace difícil comprender, el porqué no tuve la oportunidad de ser quien soy desde mi niñez. Uno pierde emociones, oportunidades, deseos, pero sobre todo uno pierde esperanzas ya sin retorno.

Esos amores platónicos de la niñez o la adolescencia ya no volverán. Simplemente me fueron arrebatados por causa del discrimen religioso y la homofobia. No es justo.

Me pregunto; ¿habrá soñado conmigo alguno de esos chicos con los que soñé?, ¿si hubiera tenido el valor de confesar mis sentimientos, hubieran sido recíprocos en algún momento de mi niñez o adolescencia?

También me pregunto; ¿Cómo hubiera sido el haber podido sentir un beso de otro chico en la escuela, poder realizar mis deseos sexuales, mis deseos homosexuales sin que nadie se alarmara, sin que nadie me golpeara o se burlara de mi realidad?.

Los amé a todos, les desee y les besé cada espacio de sus cuerpos. Les hice el amor desde mi bañera, mi cama o en algún lugar solitario. Cualquier lugar que me permitiera echar a volar la imaginación. Pero les amé, aunque nunca supieron de mi amor y del roce de mis labios.

Por ejemplo, Luigi era un compañero de escuela elemental. Era de mi misma estatura, ¡y mira que yo era bajito!, tenía los labios gruesos, pero cuando sonreía encontraban una finura, como un rayo de luz hermoso. Su cuerpo era perfecto. Nalguitas paraítas, un tanto delgado (lo normal), simplemente me era un chico hermoso.

Un tiempo luego apareció Francisco “pito”, uno de los nenes más preciosos que mis ojos hayan avistado. Era mucho mayor que yo, pero aún así su sonrisa, su cara perfilada y sus ojos tan penetrantes, lograron enloquecer muchas de mis noches.

A mé a otros chicos desde el silencio y con mis manos en movimiento, hoy amo desde el abrazo de mi pareja del mismo sexo. Hoy soy feliz, ayer nunca lo fui

Cuando el amor bese a la libertad, viviremos mejores tiempos. Comntarios a: eljimagua@live.com

viernes, 15 de agosto de 2014

Los derechos de los Ancianos homosexuales

Por: Francisco "El Jimagua" Cartagena Méndez
Escritor & Activista de Derechos Humanos
Twitter: @eljimagua
 
La vejez se caracteriza por el padecimiento de comorbilidades (diversas enfermedades al mismo tiempo) pero existen padecimientos de los cuales casi nunca se habla, como los que sufren los ancianos y ancianas GLBTT, (Gay, Lésbica, Bisexual, Transgénero y Transexual). El discrimen, la homofobia, transfobia y la no protección de ley les hace regresar al armario a nuestros ancianos homosexuales. 

A la mayoría de los ancianos homosexuales les asecha la soledad y la pérdida de derechos patrimoniales y constitucionales. Esto ocurre tras la inacción por parte de los gobiernos de reconocer los derechos y necesidades de la población LGBTT.

Los homosexuales que no tienen derecho al matrimonio, se les prohíbe tomar decisiones médicas sobre sus parejas. Tampoco tienen derecho a ley de herencia, por lo que en la vejez (y no vejez) el homosexual que pierde a su pareja, casi siempre queda desprotegido en torno a los bienes gananciales y propiedades que construyeron juntos (as) durante su relación.

El discurso ya gastado y pronunciado por los dirigentes políticos en la mayoría de los “países democráticos” es uno contradictorio. Expresan que el discrimen ya no existe.

Mucho se habla de la tercera edad y de los derechos que esta población merece. Sin embargo, siempre se excluye a las personas LGBTT que han dado lo mejor de sí como ciudadanos de bien. Por otra parte, los centros y programas de gobierno para envejecientes, son establecidos tomando en consideración que “no existen ancianos gays”. Desde esta perspectiva el camino hacia la soledad y el discrimen en los ancianos gays es uno contundente.

Tampoco existen hogares de envejecientes pensados para personas de las comunidades LGBTT, salvo algunos pocos, en países como España y Berlín, que han tomado la iniciativa y han puesto en marcha asilos orientados a homosexuales.

La vejez influye a una mayor incidencia de efectos adversos relacionados a fármacos, descenso progresivo en la visión, audición y en las funciones mentales. Ocurren muchos cambios que pueden tener mayor impacto en la comunidad anciana LGBTT al sumarle el tener que padecer discrimen, rechazos, o ser forzado/as a la soledad.

Todo este universo de discrimen, homofobia, transfobia y la no protección de ley les hace regresar al armario a nuestros ancianos homosexuales.

Los ancianos gay padecen doble discrimen. Sufren el discrimen por parte del gobierno que les desprotege, así como de su misma comunidad gay, ante ignorantes jóvenes homosexuales que discriminan por edad, y lanzan comentarios ofensivos.

No hay nada más hermoso que una pareja de anciano (as) conviviendo juntos (as) hasta que la muerte les separe, respetándose y amándose con ahínco, en la enfermedad y en los misteriosos caminos de la vida.

Pero muy resultaría bochornoso e injusto que un gobierno tras una ideología moralista, eclesiástica y contradictoria, les separe y condene a la soledad en los últimos años de sus vidas por simplemente ser homosexuales.

Los ancianos poseen cambios fisiológicos que son causantes de enfermedades, así mismo la homofobia y el discrimen hacen que nuestros ancianos LGBTT padezcan de depresión, tristeza y soledades, que empeoran el panorama.

Los gobiernos pueden emplear el mejor fármaco que un anciano o una anciana LGBTT pueda necesitar, la justicia, el respeto a su dignidad humana y a su identidad sexual o de género, así como el permitir que se sientan apoyados y amados sobre todas las cosas, haciéndoles valer sus derechos.

Desde Puerto Rico para el mundo LGBTT exigimos justicia para nuestros ancianos, sin importar su identidad o expresión de género.

Anhelamos mejores días,, donde el alba anuncie un amanecer en el que se logre convivir en comunidades donde la comunidad homosexual de la tercera edad pueda vivir sin discrimen en sus últimos años de vida. Comentarios a: eljimagua@live.com

Para citar este artículo:

Cartagena Méndez F. (2014) Ancianos Homosexuales - ¿Víctimas del doble discrimen? Columna de Francisco El Jimagua. Publicada por primera vez en The Rainbow Times (USA) en octubre de 2010. Disponible en www.jimagua.com