domingo, 9 de junio de 2013

FUNDAMENTOS DE LA EQUIDAD Y EL DISCRIMEN



FUNDAMENTOS DE LA EQUIDAD Y EL DISCRIMEN

Por: Francisco “El Jimagua” Cartagena Méndez
Escritor y Activista Social – Twitter: @eljimagua

Podéis acusadme del demonio y pecado de la homosexualidad, porque la verdad me hace libre de su fundamento. El talón de Aquiles del fanatismo religioso cojea en expresiones extremistas tras el verbo estoico el cual a su vez está  sujeto a un libro llamado biblia y sujeto a diversas interpretaciones.

Preceden los derechos civiles a las interpretaciones bíblicas. Los derechos civiles aunque pueden ser interpretables, tratan de lo justo, razonable y legítimo. Lo cierto es que su otorgación debe ser innegable a todo ser humano.

Pero; ¿qué es equidad y qué es discrimen? El concepto  equidad del Latín aequitas, de aequus, "igual"; sugiere que es una disposición del ánimo que mueve a dar a cada uno lo que merece. La discriminación en cambio, es un acto de separación de una persona o un grupo de personas a partir de criterios determinados.
En su sentido más amplio, la discriminación es una manera de ordenar y clasificar otras entidades. La Comunidad LGBTT sujeta a fundamentos extremistas que apelan a la biblia es clasificada como una inmoral, a la cual no se le deben otorgar iguales derechos por imposiciones religiosas.
Los fundamentos bíblicos interpretados de manera extrema buscan  roer los derechos de la comunidad homosexual, pero tienen muchas debilidades ante el oprobio que significa el acoso fundamentalista contra nuestra dignidad humana.
Afogarar la opinión pública utilizando el temor  de un “Dios consumidor” es su primer error. Contradicciones nacen de sus lenguas discriminatorias. Según el Evangelio, Dios en su axioma más explícito, otorga al ser humano libre albedrío, pero el sector fundamentalista continuamente lanza un apotegma o condena, contra aquellos que utilizan el libre albedrío para vivir sus vidas en completa libertad.
De igual forma pecan de pecadores al ir en contra del mandato Divino de no juzgar a su prójimo, así como de amarlo como a ellos mismos. Dudo que una persona religiosa que llame a un homosexual “pato” o “aberrante”, se ame de igual manera en la que califica a su prójimo de manera despectiva.
Surge una obligación de aforar el fundamento bíblico extremo, este análisis requiere el decidir si amarán en la contradicción o en el amor misericordioso. De lo contrario sugiere que comiencen a aplicarse otras condenas presentes en dicho best seller eclesiástico. El divorcio, apedrear, el comer cerdo y crustáceos, afeitarse la cabeza o el que la mujer dirija la predicación en las iglesias, son condenas ignoradas por quienes condenan la homosexualidad.

No es raro que quienes utilizan como orate condena versículos extremos como el “no te echarás con varón como con hembra”,  ignoren lo bochornoso que resulta el que no se apliquen otros mandamientos, reglas o condenas inertes en la biblia o que, en su pecado tengan un techo de cristal roto desde el momento que juzgan a su prójimo.
La liturgia de cimiento extremo  busca  elidir los derechos de la comunidad LGBTT utilizando una vejación contra la homosexualidad, la cual se disfraza como proveniente de la "palabra de Dios".  Pero el Dios que muchos conocen y al que aspiran es el misericordioso y de amor.

El fundamento de la equidad solo posee un pronunciado máximo; que todos los seres humanos tengan iguales derechos. En cambio el fundamentalismo encuentra  su desigualdad  en un libro traducido en decenas de ocasiones. Los tiempos contemporáneos  exigen respeto y equidad.  

Quien en su necesidad de dominio por el poder, es capaz de utilizar a Dios para  pisotear, humillar, condenar y  promover odio contra homosexuales, os acuso de falso profeta. La  persona que juzga posee crasa ignorancia de lo que es sentirse discriminado, como a diario se siente discriminada la comunidad LGBTT.

Francisco “El Jimagua” Cartagena Méndez, es Presidente de la Fundación Acción Social Inclusiva (ASI) en Puerto Rico, comentarios a eljimagua@live.com
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