domingo, 4 de abril de 2010

Detrás de Ricky Martin


Las expresiones que hiciera Ricky Martin sobre la confesión de su homosexualidad han dado paso a numerosas reacciones a nivel mundial, muchas a favor y de solidaridad, algunas otras de rechazo al astro boricua. La verdad de su confesión descansa en la realidad de que la decisión de salir del closet, era solo de él, (Ricky Martin) y no del chantaje continuo del cual era objeto por parte de las revistas, los paparazis y los periodistas.

Sólo su corazón podía exigirle y decirle el momento en el cual debía ser libre, hoy con júbilo lo celebramos y alzamos un nuevo éxito en la carrera y vida personal de nuestro amado Ricky Martin, su libertad. ¿Existe la libertad?

Pero detrás de Ricky Martin hay corazones miles, aún sufriendo el efecto de tener cerrado su closet, lo que representa tristeza y dolor. Son miles de seres humanos que aún sufren el tener que ocultar su realidad. Despiertan, acuden a la escuela y trabajan dando pasos de dolor y tristeza agobiante, que hace daño al alma y a su productividad como seres humanos.

Representan el dolor, la tristeza, el suicidio, el sentirnos pecadores y diferentes, mares de continuo llanto y ríos de temor, adjetivos de todo homosexual que aún vive en el closet. Una lluvia de meteoritos al pecho representan el dolor que causa el sentirnos ofendidos por nuestros propios familiares y amigos, que sin piedad en ocasiones lanzan palabras hirientes en contra de la homosexualidad.

Salir del armario representa por otro lado, un huracán de libertad que hace de la gallardía menester en nuestra vida, lo que da paso a un sentimiento de fuerza y tranquilidad con nuestra propia alma, lo que nos permite integrarnos a la sociedad con la frente en alto.

Por ello se hace importante reconocer que detrás de Ricky Martin, hay seres humanos de todas clases sociales y religiones que esperan por sentirse preparados para confesar su realidad y vivir en la verdad y no en la mentira.

El estado y la religión pueden contribuir de una vez y por todas a la libertad del amor y la verdadera democracia, haciendo real la igualdad de derechos, haciendo sentir a la comunidad gay parte de la sociedad, y no lanzándonos a la oscuridad de un closet en donde los homosexuales somos obligados a vestirnos de mentira, tristeza y dolor, andando por la vida con los zapatos de una doble vida.


Detrás de Ricky Martin me surgió una inquietud. El no llevar a la acción el estado con el reconocimiento de la iglesia, la equidad en su máxima apreciación, solo me hace preguntarme si verdaderamente existen la libertad y la democracia en Puerto Rico.

Quizás sea una realidad que la libertad y la democracia verdaderamente no existen a capacidad. Solo son pronunciadas por algunos hipócritas estados, gobernantes y grupos sociales. No existen en la realidad global e hiriente del ser humano. Mucho menos existen ante el discrimen, el hambre, la homofobia, la guerra, mucho menos existe mientras se den latigazos en la espalda de la diversidad, o se ahorque ante el murmullo de una plaza islámica el deseo de amar de dos jóvenes de su mismo sexo. No existirá, mientras los sacerdotes sean violadores de la inocencia y el cuerpo de niñas y niños, mientras un hombre asesine a su mujer, o el suicidio abrace el dolor de quien sufre por “ser diferente” por no poder ser.No existe en la cruel realidad de la dependencia y el coloniaje de una nación.

Mientras un solo ser humano se sienta discriminado…

…No existe, no existe, me niego a creerlo…

Por Francisco Cartagena, El Jimagua / eljimagua@live.com

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