Escritor y Activista de derechos humanos
Publicado inicialmente en unamiradagay.universogay.com
A José le gusta la jodienda y por partida doble. Puede él sentir deseos y sentimientos tanto por un hombre, como por una mujer. Y; ¿quién se cree con el derecho de contradecirle? ¡Ya te lo digo yo!, que cuando logres entrar a su corazón, tendrás respuestas concretas.
La bisexualidad está apenas comenzando a ser investigada, aunque los datos históricos indican que ha existido en todas las épocas de la existencia humana.
Siempre ha habido un gran debate en torno a la bisexualidad, término casi siempre colocado en tercer lugar, en las siglas que definen la diversidad de aquellas identidades sexuales marginadas, y que siguen luchando por la equidad. Esas siglas son muy conocidas como ‘LGBTT’.
Lo cierto es que el orden de cada letra no es de importancia, ya que tanto lesbianas, homosexuales, bisexuales, transgéneros y transexuales merecemos el mismo respeto, los mismos derechos y las mismas oportunidades.
Ser bisexual puede ser lo mejor de dos mundos o un verdadero infierno. Es aquí que me surgió la inquietud de hacer una discusión pública sobre el término. El bisexual innato, siente una atracción física por personas de su mismo sexo, y del sexo opuesto, lo vive y lo disfruta, simplemente es real.
El bisexual ‘empujao’ (obligado) es aquel homosexual, que piensa que aparentando ser ‘bisexual’ puede caerle mejor a la sociedad que tanto oprime a los homosexuales.
El bisexual homoheterosexual: es aquel que niega su tanto su bisexualidad y su homosexualidad, al vivir aparentando ser un heterosexual. Viviendo una doble vida da paso a una bisexualidad que oculta forzadamente. Tendrá parejas del sexo opuesto (como la sociedad lo establece) y en silencio vivirá su homosexualidad con personas de su mismo sexo.
Quien vive una doble vida sufre mucho, ya que le miente a sus familiares, a sus amigos (as) y se miente a sí mismo (a). No podrá ser feliz porque vive una apariencia forzada por la burla y los rechazos, sentimientos que atrasan y provocan depresión en quien es discriminado (a).
La sexualidad en el ser humano es un tema complejo que está sujeto a interpretaciones moralistas, religiosas, sociales y jurídicas. Las interpretaciones jurídicas discriminan ante la presión religiosa. De esa presión religiosa, nace la interpretación social discriminatoria en contra de miembros de la comunidad LGBTT.
La ecuación es simple, la heterosexualidad no es la única identidad sexual real.
Tanto homosexuales, lesbianas, transexuales, transgénero o pan sexuales, intersexuales y toda nueva denominación sexual (bienvenidas todas), somos parte del entorno que nos rodea y somos tod@s, capaces de amar respetando la dignidad humana sobre todas las cosas.
Hace falta una mayor visibilidad por parte de los bisexuales. Ser bisexual no es fácil, no es un capricho aleatorio, ni significa el querer tener lo mejor de dos mundos. En los bisexuales hay problemas de aceptación u estudios hacia su identidad sexual, hasta dentro de la propia comunidad LGBTT. Ocurren debates sobre su legalidad y una confusión generalizada respecto a sus comportamientos, manera de sentir afecto o atracción sexual.
Lo cierto es que las identidades sexuales u orientaciones sexuales en cada cual, también deben tratarse individualmente desde la bisexualidad. No somos quienes para juzgar al bisexual, igual como no se debe juzgar al homosexual o a la lesbiana, porque simplemente tod@s, formamos parte de un universo sexual llamado Diversidad.
Desde Puerto Rico reafirmamos, que la bisexualidad es la orientación sexual olvidada, que necesita mayor visibilidad. Comentarios a eljimagua@live.com
Cómo citar este artículo: Cartagena M.., (2014). La Bisexualidad identidad verdadera. Blog de Francisco El Jimagua. Disponible en www.jimagua.com
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