lunes, 20 de agosto de 2018

¡Hay que Hablarlo! El tema de la pedofilia y la pederastia en las iglesias


Por: Francisco El Jimagua Cartagena Méndez
Escritor & Activista de Derechos Humanos
Twitter: @eljimagua

Lo vemos en los titulares, lo sabemos tras escuchar los rumores en los vecindarios, nos enteramos meses y años luego de haber ocurrido, y aún así no hablamos sobre el tema del abuso sexual a menores. En muchas iglesias, de diferentes denominaciones religiosas, el abuso sexual a menores es una triste realidad. Ante este problema debemos preguntarnos; ¿Qué hace el gobierno para prevenirlo? ¿Qué hacemos nosotros para evitarlo?

Hace 3 años inicié en Puerto Rico la campaña ‘Hablarlo es Prevención’, y descubrí que las personas de forma generalizada poseen un enorme temor de hablar sobre el tema de la pedofilia. Sin embargo, tras investigar el tema a fondo, los resultados que hallé son desgarradores. No suficiente con que la agresión sexual a menores sigue ocurriendo, peor fue encontrar que los principales agresores de los niños y las niñas son sus propios familiares.

El otro principal grupo de agresores sexuales contra menores son los líderes religiosos, en especial los católicos (debido a que son los más documentados). Peor resulta saber que la misma Iglesia Católica encubre a los sacerdotes pederastas. Estos encubrimientos ocurren en todo país en el cual existen catedrales, lugares en donde las personas confían demasiado sus hijos a estos líderes.
Si no hablamos con nuestros niños y niñas sobre el tema de la pedofilia y la pederastia, éstos seguirán callando el sufrimiento que les causa el que alguien en quien confiaban abusara de ellos. Más triste resulta saber, que un líder religioso utilice la propia fe de los niños para tocarlos o violarlos.

Las familias que confían demasiado a sus hijos a otras personas (sean religiosos o no) también tienen la culpa. Los gobiernos que, aun sabiendo que esto ocurre en las iglesias y no emplean mecanismos legales para evitarlo, también son cómplices, son culpables.

Todos podemos aportar para crear un futuro más alentador para nuestros niños y nuestras niñas. 

Educarnos sobre el tema es la principal acción que debemos comenzar a llevar a cabo. Existe información sobre cómo detectar si un niño está siendo víctima de abuso físico o sexual. Halar sobre el tema con los niños es otro importante recurso. Si lo hablamos, les brindamos la confianza para si alguien intenta tocarlos o sodomizarlos, éstos tengan la confianza de hablarlo a tiempo.
Los gobiernos también pueden emplear mecanismos legales preventivos. Un ejemplo de ello sería que un caso de abuso sexual a menores no Caduque NUNCA. Por ejemplo; si alguien abusó de una niña y la víctima habla 10 años luego de ocurrida la agresión sexual, que el agresor pueda ser procesado criminalmente por sus actos.

Otro ejemplo sería el diseño e implementación de talleres bien documentados sobre la pedofilia y la pederastia. Estos talleres deben ser capaces de brindar información empírica sobre la correcta identificación de patrones de abuso sexual a menores. Finalmente, estos talleres deberían ser tomados por profesionales de la salud, (enfermeros, psicólogos, médicos); por profesionales del trabajo Social, así como deben ser empleados en las escuelas (trabajadores sociales escolares, maestros, ayudantes de maestros).

Reconociendo que falta mucho por aprender y por hacer para evitar este terrible mal, todo comienzo es positivo, cuando se trata de defender la dignidad y la integridad física de nuestros niños y nuestras niñas. ¡HÁBLALO A TIEMPO! Más que ser espectadores y comentar las tristes noticias sobre el abuso sexual a menores, debemos ser combatientes de un terrible mal, que simplemente no debería ocurrir.