jueves, 24 de agosto de 2017

La Naturaleza de la Homosexualidad

Por: Francisco "El Jimagua" Cartagena Méndez
Escritor y Activista de Derechos Humanos
Twitter: @eljimagua

#PorUnFuturoSinViolencia

Las personas homosexuales y de la comunidad LGBTT han existido desde siempre. Hemos sabido de homosexuales en los cuentos de antaño y de guerra, en cuentos de hadas y en los cuentos históricos. Podemos mencionar a Da Vinci, a Alejandro Magno, o quizás a Federico García Lorca y su amor para con Salvador Dalí. Les vemos personificados en comedias teatrales.

La realidad es que ser gay es una realidad de vida; es algo totalmente natural, una muestra más de que los seres humanos somos totalmente sexuales y diversos. En mis treinta y una primaveras he observado cómo tantos hombres esconden su verdadera naturaleza humana. Se disfrazan de machos o hembras heterosexuales, ignorando toda posibilidad de que se descubra su verdadero instinto sexual.

Tristemente, millones de personas en el mundo se han visto obligadas (ya sea por temor, por costumbre, por el machismo aprendido, por obligación o por cobardía) a no demostrar quienes son realmente. Sin embargo, la indiferencia de un hombre gay en el armario hacia otro gay, descansa en la connotación del temor más absurdo. Estamos en pleno siglo 21, la libertad de otros gays no debería molestarle a alguien que vive bajo las sombras de la doble vida. En cambio, debería ser ejemplo y darle fuerzas para ser tal cual es.

Ser gay es ser uno mismo (a). Tanto hombres como mujeres de todo el planeta tierra desean a personas de su mismo sexo. En todas las civilizaciones, culturas y religiones, la homosexualidad es una realidad. Este hecho tan real, debe hacernos preguntarnos lo siguiente; ¿cómo seres humanos de diferentes ideologías y culturas son capaces de tener sentimientos y deseos por personas de su mismo sexo?... la respuesta es simple; porque es algo totalmente real y natural de la humanidad.

En todos los hallazgos arqueológicos que buscan comprender la historia de la humanidad, se encuentran presentes historias de amor entre personas del mismo sexo. La razón para ello es una sola, desde siempre han existido personas que sienten deseo sexual y físico y afectividad (amor) por personas de su mismo sexo.

La pregunta que surge ante lo anteriormente expuesto es; ¿por qué entonces las personas homosexuales han enfrentado tanto discrimen, persecución, odio, agresiones y asesinatos en su contra? La respuesta se divide en dos; 1) la ideología religiosa extremista y 2) el dominio del libre pensamiento.

Visionarios religiosos encontraron en la sexualidad humana, una oportunidad para en primer lugar, condenar al ser humano, y en segundo lugar dominarlo. La condena antecede al dominio del libre pensamiento y por consiguiente domina a la libre sexualidad. Surge la inquietud; por qué en más de 450 especies de animales, la homosexualidad es una realidad. Una sexualidad que no es perseguida, salvo en los seres humanos por supuesto.

La razón es simple, porque los animales (aquellos que no son humanos) no poseen el razonamiento mediante el cual, se logra la persuasión y el dominio cognitivo. Sin embargo, se desconoce realmente, si en el mundo animal (más allá de los seres humanos) es posible que exista discrimen por aquellos animales que prefieren copular entre otros animales de su mismo sexo.

Ser gay es idéntico a ser heterosexual. El amor gay como el amor heterosexual se encuentran marcados por iguales situaciones. La extrañez, la confianza o la desconfianza, la necesidad y la costumbre, el deseo y apetito sexual, la curiosidad, el afecto, el abrazo, el copular, el beso. Todas acciones propias del afecto y la sexualidad entre seres humanos.

Para muchos y para muchas, todo lo anteriormente descrito es bien visto entre parejas del sexo opuesto (por aquello de la necesidad de la procreación humana y por lo divino o las deidades contemporáneas). Sin embargo, no es menos cierto, que todos los sentimientos humanos (deseo, extrañez, amor, querer, afectividad, deseo sexual, costumbre, entro otros), se encuentran presentes en la vida de personas o parejas homosexuales.

Un asunto importante de la homosexualidad redunda en que de cierta manera, aportamos a no aumentar la sobrepoblación humana. A pesar que muchas personas gays (tanto hombres como mujeres) tienen hijos o hijas; la gran mayoría no han procreado. La sobrepoblación tiene efectos negativos para cualquier país y ello ha sido evidente en numerosos titulares noticiosos y diversos estudios, como sucede en China, que tienen una política de procreación.

Me atrevo a apostar que este escrito refleja, sin lugar a dudas para mi propio reto, una nueva oportunidad para seguir escribiendo y descubriendo nuevos horizontes sobre la diversidad del ser humano. Pueden juzgarme, pero la idea ya está sobre el tapete. A buen entendedor, sólo un beso fehaciente entre dos personas del mismo sexo basta.

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