sábado, 23 de abril de 2016

HOMOFOBIA. "Un injusto insulto al AMOR"

HOMOFOBIA. “Un injusto insulto al AMOR””

Por: Francisco “El Jimagua” Cartagena Méndez
 https://www.facebook.com/eljimagua

Activista de Derechos Humanos – Presidente Fundación ASI

Twitter: @eljimagua


La vida pasa por nuestros ojos como un relámpago asesino. La homofobia arrebató de mis labios aquellos besos en mis tiempos de adolescente en los que quise besar a otro chico. Tuve que ocultar por muchos años mis deseos y mis sentimientos homosexuales. Fueron tiempos en los que lloré tantas noches, en las que la felicidad era un acto hipócrita en mi persona. Justo cuando el alba abría sus ojos, cada mañana nueva en la que despertaba viviendo aún en un armario me preguntaba; ¿por qué tengo que sufrir tanto por sentirme diferente? Luego fui comprendiendo que la homofobia intentó cortarme el vuelo, pero no así mis alas, porque hoy vuelo libre.

“Homofobia” es el término que se ha destinado para describir el rechazo, miedo, odio, repudio, prejuicio o discriminación hacia mujeres u hombres que se reconocen a sí mismos como homosexuales.

La mayoría de las personas gays hemos sentido temor a que nos rechacen, ofendan o nos agredan por poseer una identidad sexual diferente a la heterosexualidad. Es por ello que, la homofobia nos empuja muchas veces a vivir una doble vida. Desde esa cárcel injusta llamada armario, se sufre mucho aparentando ser alguien que uno no es, y temiendo a su vez que se descubra nuestra verdadera sexualidad.

La homofobia social, familiar, religiosa y mediática tienen graves consecuencia en la vida de las personas que pertenecemos a la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Transgénero y Transexual (LGBTT). Estas consecuencias son tanto psicológicas (depresión, homofobia internalizada, auto-rechazo, sentimientos de inferioridad o asco); físicas (agresiones en nuestra contra, violaciones sexuales); sociales (rechazo, prejuicios, burlas, discrimen) y se traducen en actos violentos en nuestra contra.

Estadísticamente hablando, en el mundo siguen ocurriendo agresiones contra personas homosexuales. España en el año 2014 cerró con un total de 1.285 delitos de odio, según el informe presentado el martes 14 de abril de 2015 por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. En este estudio se refleja que los delitos por razón de la orientación sexual de la víctima son los más repetidos (con 513 casos).

En Cataluña, según el informe de 2015 sobre el estado de la homofobia en la comunidad, el 55% de los 113 incidentes registrados los sufrieron hombres gays. Las agresiones físicas y verbales representan el 31% de los casos detectados (Mouzo, Diario El País, 2016).

En Puerto Rico, González-Guzmán y colaboradores (2007) realizaron un estudio en torno a la actitud de los estudiantes a nivel graduado de Salud Pública hacia los gays y las lesbianas. Este estudio logró reunir 92 estudiantes, y se encontró que el 82.6 por ciento de los participantes tenían prejuicios, y el 79.3 por ciento presentó baja distancia social con la población LGBT. Los autores indican que las razones para estos hallazgos son por los valores culturales inculcados desde la niñez.

En una nota de prensa titulada ‘México segundo lugar mundial en homofobia’ el investigador Alejandro Flores Medel detalló que en dicho país la mayoría de los 1,218 homicidios fue contra hombres (976) integrantes de la comunidad trans–travestis, transgénero y transexuales (226), y mujeres (16) (Pantoja, Portal Proceso.com, 2015).

Otro caso muy notorio sucedió en Rusia, que en el año 2013 se disparó ante la opinión pública a nivel mundial con su Ley contra la “Propaganda gay”, lo que reflejó la crueldad, las agresiones y la homofobia que viven las personas gays en dicho país. Otros países como Uganda desnudaron su homofobia institucional contra personas homosexuales mediante Leyes que castigan la homosexualidad.

Se debe realizar un mayor esfuerzo por erradicar la homofobia. Cuando presenciamos un acto inmoral o que atenta contra la dignidad de otro ser humano y no hacemos nada y callamos, nos volvemos cómplices del crimen cometido. La homofobia es un crimen, y hay muchos países que siguen siendo cómplices de las graves consecuencias del odio contra las personas homosexuales.

Es importante prevenir además el suicidio en gays, un asunto que debe tratarse como uno de salud pública, debido a su alta prevalencia y por el hecho de que somos pertenecientes a una comunidad minoritaria (en desventaja social).

Otra consecuencia de la homofobia, lo es la internalización de la misma en los propios gays.

La homofobia internalizada, la condena religiosa y social, así como vivir una doble vida desde el armario, son factores que pueden predisponer a una persona gay a pensar terminar con su vida. Si a ello unimos el temor a la burla y al rechazo familiar, laboral y social, el panorama es aún mucho más arduo.

Los países “democráticos” tienen la responsabilidad de erradicar el discrimen contra las minorías sexuales, como lo es la Comunidad LGBTT. Deben otorgar los mismos derechos para todas las personas sin excluir a los homosexuales y, luego, realizar un proceso de educación en la sociedad sobre la diversidad y la importancia del respeto de los unos por los otros.

Los homosexuales somos seres humanos a los que se nos impuso una etiqueta de “homosexual” mediante la cual, ciertos grupos religiosos se han dedicado a promover odio y temor en nuestra contra. Es importante reconocer que toda persona gay merece respeto a su identidad sexual, a sus libertades y protecciones universales.

Un cambio verdadero a la Equidad requiere que la Homofobia sea catalogada como un crimen, ya que promueve odio y agresiones en contra de las personas. Si no se criminaliza el discrimen y a la homofobia, no podremos ver un cambio verdadero en nuestras sociedades.

Deben crearse leyes que castiguen a las personas individuales, o que en colectivo (iglesias) promuevan la homofobia. El mero hecho de que existan líderes religiosos condenando al infierno llamando aberrantes y sodomitas a los homosexuales, envía un mensaje equivocado sobre la homosexualidad.

Estos mensajes de odio, exclusión y condenas se traducen en agresiones en contra de los homosexuales. Es importante que se eduque sobre diversidad, y que se impongan castigos a quienes no sean capaces de hacer a un lado el discrimen en sus acciones o expresiones.

La verdad libera al alma y nos permite amilanar el odio y el discrimen en nuestra contra.

Si eres gay, quiérete tal cual eres. Camina con orgullo viviendo con dignidad y honradez. Recuerda que ser gay es algo totalmente natural, y que por encima de todo eres un ser humano.

Nunca olvides que, ”tu mayor conquista en el amor, será amar sin tener que esconderte”. ©Juanjo Ruiz

*El artículo al comienzo, posee varios fragmentos de columnas previamente realizadas por el autor.

Para comentarios al autor: eljimagua@live.com * Escritor y activista puertorriqueño Francisco "El Jimagua"

ONG Lgbt España ‪#‎ PorUnFuturoSinViolencia‬

No hay comentarios: