martes, 10 de mayo de 2011

Homofobia, Estado y Religión



Homofobia, Estado y Religión

Francisco Cartagena Méndez

Escritor y Activista Social

Periodico El Vocero

En la medida que el gobierno esconde su lengua detrás de una biblia y no desea expresarse en contra del discrimen y la realidad preocupante de casi una decena de crímenes de odio en contra de homosexuales en lo que va de año, se vuelve cómplice de tales actos, y hasta los propicia, los secunda.

Es muy preocupante la homofobia que arropa a nuestro país. Casi todas las semanas escuchamos una lamentable noticia sobre agresiones o asesinatos en contra de algún miembro de la comunidad homosexual, o bien, somos testigos de actos homofóbicos por parte de líderes religiosos y políticos.

Esto sin duda alguna es un asunto de política pública, pero el gobierno dominado por el poder religioso se hace de la vista larga, como si no estuviera ocurriendo nada, o peor aún, como si los homosexuales no tenemos importancia alguna como seres humanos y contribuyentes de un mismo entorno, y que, merecemos igual protección y atención por parte del estado.

El problema que representa la religión para los miembros de la comunidad homosexual descansa en las acciones de la mayoría de los líderes religiosos, que al intentar humillar y condenar la homosexualidad, representan una digresión del amor que se supone que emane de su palabra sagrada. En cambio, fomentan el discrimen e ideas discriminatorias y equívocas que a su vez, propician esta ola de crímenes de odio.

El gobierno de Puerto Rico posee una gran similitud con estos postulados religiosos, ya que violentando la separación entre iglesia y estado, pareciera ser gemelo de las acciones discriminatorias del fundamentalismo, como si fuesen paridos ambos de una misma placenta homofóbica.

La homofobia duele y mucho. Duele en el cuerpo de un homosexual que es agredido brutalmente, (pudiera ser tu hijo o hija), duele en el dolor y la tristeza de una madre que recibe la noticia que su hija transexual fue asesinada, o en la preocupación de padres y madres de hijos homosexuales, que reconocen el peligro que corren sus hijos (as) ante la homofobia creciente en nuestro país.

También duele la homofobia en el adolescente homosexual que ha pensado en suicidarse, tras escuchar expresiones en la televisión por algún religioso sin escrúpulos que le llamó demonio o asquerosidad, o simplemente en la inseguridad emocional de miles de hombres y mujeres de la comunidad homosexual que se sienten abandonados por el estado.

Lo irónico es que a la comunidad homosexual a la que se le niegan derechos y protecciones por parte del gobierno, se nos exige iguales contribuciones, y hasta se nos venera en época de elecciones mediante promesas que luego hacen una mentira.

Irónico también que nosotros los homosexuales consientes de nuestra identidad, no queremos esconderla viviendo una doble vida de engaños, en donde aparentemos amar a una persona del sexo opuesto, y cuando nuestro instinto nos lo exija, amar a escondidas a la del mismo sexo. Es como si el gobierno y la religión quisieran hacer de miles de seres humanos una mentira, una cárcel de sentimientos y tristezas.

Para disminuir el problema se hacen imprescindibles acciones concretas, valientes y públicas sobre este delicado tema. La creación de política pública, el diseño de programas curriculares sobre la diversidad y la violencia de género en nuestras escuelas, una censura a la homofobia mediática y religiosa, y por último y no menos importante, la otorgación de derechos, leyes y protecciones que el estado no nos brinda a la comunidad GLBTT.

Gobernador de Puerto Rico Luis Fortuño, no hacer nada en contra de la homofobia es volverse cómplice del dolor que ésta causa en miles de seres humanos. Comentarios a eljimagua@live.com

2 comentarios:

Alexander dijo...

"Lo irónico es que a la comunidad homosexual a la que se le niegan derechos y protecciones por parte del gobierno, se nos exige iguales contribuciones, y hasta se nos venera en época de elecciones mediante promesas que luego hacen una mentira" Esa es sin duda la injusticia mas grande... Pero bueno, no sé si peco de optimista, pero creo que algún día eso cambiara, y que ese día esta pronto a llegar. En cuanto a lo de censura de los contenidos homofobicos, ahí si discrepo... Creo que ellos tienen todo el derecho de decir lo que quieran, y de esta forma, cuando la gente vea las opiniones basadas en la razón de los homosexuales, y las compare con la de los fanáticos religiosos basados en dogmas obsoletos, estarán de parte nuestra sin que quedemos como que ponemos mordazas o algo por el estilo.

¡Saludos!

Francisco El Jimagua dijo...

Así mismo es, el día de la equidad llegará muy pronto!