Las faldas en los Hombres: Estigmatización de género

Las faldas en los Hombres: Estigmatización de género

Por: Francisco Cartagena Méndez "El Jimagua"
Escritor, Columnista y Activista de Derechos Humanos
Estudiante de Periodismo

Tanto en el pasado como en la actualidad, algunas sociedades se han caracterizado debido a que los hombres visten con algunas prendas de ropa que pudiéramos decir que son “faldas”. Algunas de ellas son las túnicas, kilts, togas y capas. Actualmente en otras sociedades se ha idealizado al pantalón como la única prenda para los varones, lo que en el hombre significa una pérdida de libertad y variedad en el vestir.

El uso de faldas en los hombres y los pantalones largos en mujeres no tiene nada que ver con el género con el que se nace. Tampoco se relaciona con la identidad sexual con la que se auto-percibe cada persona.

La estimación del género en la sociedad surge como un proceso dominante encabezado por grupos religiosos, moralistas y machistas. No es sorpresa que el machismo ha estado presente en numerosas culturas, (y en la propia religión), en las que la mujer ha sido víctima de creencias arcaicas en las que el hombre debe dominarlo todo.

El perfil machista en muchas sociedades refiere a un hombre rudo y fuerte, es quien por lo regular establece las “normas” de la casa. Además es celoso compulsivo y agresivo. Por lo regular no debe ni puede mostrar señales de debilidad como “llorar” o expresar “amabilidad” para con su mujer.

En occidente y otras partes del mundo existe una estigmatización de género que establece lo que corresponde al género femenino y al género masculino. Desde que nacemos se nos está estigmatizando con asuntos como los colores. Por ejemplo; si el bebé va a ser niño, los padres pintan su cuarto y compran su ropa del color azul.

Si durante el embarazo se sabe que será niña, el color predilecto para sus primeros años de vida es el rosa. Ni hablar de los juguetes, las muñecas y muñecos destinado a las niñas y los carros y soldados para los varones.

La realidad es que la sociedad actual cada vez es más consciente de la diversidad sexual y cultural de la que forma parte el ser humano. Hay diferentes orientaciones sexuales e identidades de género que merecen el derecho a vivir sus vidas con libertad y en igual condiciones.

Las mujeres tienen una gran variedad de opciones al vestir, debido a que a finales del siglo 19 ya hartas de la moral puritana victoriana inglesa y en un acto de rebeldía empezaron a usar pantalón. Se les conoció como las “bloomer girls”. No sucede lo mismo con los hombres, que vivimos en una cárcel moralista que establece que es el pantalón la única prenda de ropa destinada para nosotros.

Es necesaria una rebelión masculina relacionada no solo al uso de faldas, sino en todo lo relacionado al mundo de la moda y los códigos de vestimenta machistas, moralistas y fundamentalistas. Comencemos a imponer nuevas modas en las que tengamos libertad de criterio para decidir si una falda nos queda bien, o si un estampado va a tono con un pantalón, etc.

Permitamos que las personas transexuales y Transgénero vistan como les de la soberana gana sin ser burlad@s o discriminad@s. Comencemos a fomentar la educación de género, sobre diversidad sexual y sobre el Respeto los Unos a los Otros.

La libertad significa la libre elección para que vivamos nuestras vidas como lo deseemos, siempre y cuando no dañemos a los demás. "Un hombre con una falda solo podría ocasionarle algún daño a personas con la mente parasitaria fundamentalista, machista o moralista. Lo demás se resuelve con educación y respeto"... Jimagua

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