martes, 24 de marzo de 2015

El mito de la familia "tradicional"

Rompiendo el mito de la familia tradicional
 Por: Francisco El Jimagua Cartagena Méndez
Escritor, Columnista Activista de Derechos Humanos
presidente Fundación ASI
Twittr: @eljimagua 


Los fundamentalistas utilizan el concepto ‘Familia Tradicional’ para perpetuar su homofobia en contra de las familias diversas. En su afán por odiar a las personas homosexuales, atentan también en contra de familias heterosexuales que por ciertas circunstancias, terminan rompiendo el mito de familia tradicional.

El primer grupo humano al que se pertenecen es la familia (del latín familĭa), célula fundamental de la sociedad. Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos,  es el elemento natural, universal y fundamental de la sociedad, tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.

Desde la perspectiva histórica que supuestamente el hombre se hizo para la mujer y que, por dicha razón las únicas familias bien vista por ciertos “dioses” son las compuestas por hombre y mujer y sus hijos, cientos de líderes religiosos condenan cualquier otra definición y representación del concepto familia.

La sociedad actual se caracteriza por una diversidad de estructuras familiares como las nucleares; compuestas por el padre, la madre y los hijos de éstos, biológicos o adoptivos. Las nucleares en serie; de naturaleza nuclear pero un miembro de la pareja o ambos estuvieron casados con anterioridad y traen los hijos de la familia anterior a la nueva unión. Por otro lado están las madres solteras y las familias homosexuales (Cartagena, 2010).

El concepto familia tradicional es un mito creado para amedrentar y dividir a nuestra sociedad, desde el dominio y el poder de ciertas denominaciones religiosas con líderes fundamentalistas que, se lucran de la opresión y la confusión en la que  mantienen a sus feligreses y a la sociedad en general.

En el pasado, la mujer era objeto de discrimen y machismo en su entorno familiar tradicional. Tampoco tenían derecho a la toma de decisiones, ni derecho a trabajar y ganar su sustento. Otros miembros de la familia sufrían enormemente desde la falda de sus familias tradicionales, ya que debían ocultar sus sentimientos, deseos y realidades de vida.

Desde la familia nuclear o “tradicional”, muchos jóvenes (incluyendo adolescentes mujeres) eran obligados (as) a tomar terapias electro convulsivas, psicológicas y otras terapias mucho más represivas para “eliminar” el feminismo en el varón, o la masculinidad en una hembra. Lo mismo sucedía con los homosexuales confesos a quienes se les intentaba “curar” su homosexualidad.

Lo cierto es que la familia tradicional es un mito. Muchas de estas familias supuestamente tradicionales enfrentan un sin número de problemas familiares y sociales. Tan solo basta leer los titulares de la prensa sobre casos de violencia del hombre hacia la mujer, o padres heterosexuales que maltratan o abandonan a sus hij@s, para darnos cuentas del mito de la familia tradicional.

Muchas de estas familias, desde la hipocresía están sumidas en la infidelidad, hombres y mujeres con hijos fuera del matrimonio, la violencia doméstica, la homosexualidad oculta en algunos de sus miembros, entre otras realidades de vida, que les hacen familias totalmente diversas y poco tradicionales.

Existen abuelos y abuelas criando a sus nietos, o tíos (as) criando a sus sobrinos. También hay hermanos (as) mayores que terminan creando a sus hermanos, porque sus padres no pudieron hacerlo debido a problemas con las adicciones, psicológicos o legales.

Sin embargo, la perpetuidad del concepto familia tradicional y la negación de redefinir el concepto familia, sigue siendo un gran problema social que amerita mayor estudio y apertura.

Por tanto, se hace conveniente redefinir el concepto familia de manera universal, para que todas las familias puedan tener acceso al respeto social, y así puedan ser protegidas por los países en torno a sus derechos constitucionales, jurídicos y legales.

Las familias homosexuales también merecemos tener todos los derechos y protecciones legales que las familias nucleares o heterosexuales.

Los tiempos han cambiado y todo cambio social debe enmarcarse en la protección universal de los derechos humanos, sin discriminar por ninguna razón que carezca de objetividad legal.

Es importante dejar a un lado los dogmas extremos de ciertas creencias religiosas, mediante las cuales se ha  perseguido, asesinado, discriminado a la humanidad. Es importante proteger a todas las familias y reconocer que la familia tradicional nunca ha existido, salvo en las mentes opresoras del fundamentalismo religioso.

Para comentarios puedes escribir a: eljimagua@live.com | Twitter: @eljimagua


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