Por: Francisco
El Jimagua Cartagena Méndez
X. @Jimaguapr
En Puerto Rico,
la oscuridad dejó de ser excepción. Desde que LUMA Energy asumió la
administración del sistema eléctrico en 2021, los apagones no solo persisten:
se han convertido en rutina. Lo que antes era una falla ocasional, hoy es una
amenaza constante a la dignidad, la salud y la estabilidad de miles de familias
puertorriqueñas.
Los daños son
reales. Se queman neveras, se dañan estufas, se pierden alimentos. Los
envejecientes que dependen de equipos médicos eléctricos viven en zozobra. Las
madres que refrigeran leche para sus bebés enfrentan pérdidas irreparables. Y
mientras tanto, LUMA responde con silencio, con cláusulas de inmunidad legal, y
con aumentos en la factura que insultan la inteligencia y el sufrimiento del
pueblo.
Esta semana,
LUMA advirtió que si se elimina su cláusula de inmunidad por daños, podrían
aumentar aún más las tarifas eléctricas. Es decir, si se les obliga a responder
por el daño que causan, nos castigan con más costo. ¿Qué clase de lógica
empresarial es esa? ¿Qué tipo de contrato permite que una empresa privada opere
sin responsabilidad ante el pueblo que la sostiene?
La
inconsistencia de la gobernadora Jenniffer González frente a LUMA Energy ha
sido una herida abierta en la confianza pública. Prometió fiscalización,
mejoras en el servicio y protección al consumidor, pero en la práctica ha
defendido contratos opacos, ha minimizado el sufrimiento de los abonados y ha
guardado silencio ante los apagones que paralizan comunidades enteras.
Cada vez que la gobernadora Jenniffer González justifica a
LUMA, se desdibuja el compromiso ético que debe tener con el pueblo. No se puede
hablar de progreso mientras se permite que una empresa privada opere sin
responder por los daños que causa. Las promesas se repiten, pero la luz no
llega. Y en esa oscuridad, lo que se apaga no es solo la energía: es la
esperanza de un país que merece algo mejor.
La factura
sube, el servicio baja, y la paciencia se agota. No es solo un problema
técnico: es una crisis ética. El sistema eléctrico es un derecho básico, no un
lujo. Y cada apagón es una forma de violencia estructural que afecta más a
quienes menos tienen.
Puerto Rico
merece energía confiable, accesible y justa. Merece transparencia, reparación,
y respeto. Esta columna no es solo una crítica: es un llamado a la acción. A
exigir rendición de cuentas. A defender el derecho a vivir con dignidad, sin
miedo a que la próxima falla nos deje en la oscuridad… otra vez. Comentarios: eljimagua@live.com
Como Citar este texto:
Cartagena M. (2025). Francisco El Jimagua -⚡ El Apagón como Norma: una denuncia testimonial contra LUMA Energy. https://jimagua.blogspot.com/2025/10/francisco-el-jimagua-el-apagon-como.html