El odio al homosexual es un crimen
FRANCISCO CARTAGENA MÉNDEZ
ACTIVISTA SOCIAL
La ironía es la figura literaria mediante la cual se da a entender lo contrario de lo que se dice. También se aplica el término cuando una expresión o situación parece incongruente o tiene una intención que va más allá del significado más simple o evidente de las palabras o acciones. Siendo irónicos, tanto el Partido Nuevo Progresista (PNP) y el Presidente del Senado de Puerto Rico, Thomas Rivera Schatz, hacen de esta palabra un verbo activo e inconstitucional en la dignidad de la comunidad homosexual, la cual intentan continuamente pisotear.
Actualmente el Artículo 72., del Código Penal establece en su inciso (q) que si “un delito fue cometido motivado por prejuicio hacia y contra la víctima por razón de raza, color, sexo, orientación sexual, género, identidad de género, origen, origen étnico, status civil, nacimiento, impedimento físico o mental, condición social, religión, edad, creencias religiosas o políticas, se establecerá dicho acto como un crimen de odio. Mas el cuerpo legislativo, liderado por el Rivera Schatz pretenden enmendar dicho código para eliminar el concepto de orientación sexual del mismo.
Las repercusiones que lo anteriormente descrito supone para nuestra sociedad se relacionan a la dignidad, el respeto, los derechos y la justicia para toda persona. Por lo que eliminar la orientación sexual de dicho código, representa una violación de derechos constitucionales, discrimen y el abrazo público a la agenda fundamentalista en la isla que, inmiscuida en los asuntos del gobierno, hacen una irrealidad la separación entre iglesia y estado.
También supone una desprotección de ley que promueve el odio en contra de la homosexualidad, odio el cual, traducido en agresiones y asesinatos a miembros de la comunidad homosexual se convierten en un delito, un crimen cometido por odio. Así que la ironía que escupen las acciones legislativas de nuestro país, nos atrasan en el arduo camino hacia la construcción un Puerto Rico más justo y equitativo.
Además las acciones de Rivera Schatz en este asunto hacen del estado cómplice de los futuros crímenes de odios que puedan ocurrir. Esto en primer lugar al acceder a la presión pública que someten líderes fundamentalistas como César Vázquez, la evangelista Wanda Rolón y otros, así como al acentuar el interés publicitario que ello supone para las campañas eleccionarias de quienes desprotegen por engordar sus bolsillos, y su moral maquiavélica ungida por la hipocresía.
El odio hacia la homosexualidad es una realidad propuesta por las ideas religiosas que en una permanencia milenaria de expresiones homofóbicas, despectivas y eclesiásticas, han hecho creer el pecado del homosexual. Por lo que siendo real dicho odio, asesinar a un homosexual, a una lesbiana o transexual por simplemente ser quien es, dicho crimen es motivado por odio.
La dignidad y la identidad sexual de una persona no tienen cabida en el concepto ironía. La realidad de más de una decena de crímenes de odio en contra de homosexuales en los últimos años no tienen cabida en las enmiendas propuestas al código penal y civil por el senado y su presidente Thomas Rivera Schatz.
Así nos levantamos en voz de protesta una vez más porque nuestro interés principal es la construcción de un Puerto Rico en donde todos y todas seamos hijos de esta patria, de Dios y de la Constitución de derechos que hacen posible la democracia en una nación. En Puerto Rico se construye con la punta del clavo al revés, en dirección a las manos del discrimen, el odio y el fundamentalismo. Exigimos protección de ley completa. Comentarios a eljimagua@live.com.