Por: Francisco ‘El Jimagua’ Cartagena Méndez
Escritor y activista puertorriqueño
“Pensar en Palestina es pensar en el dolor que no cesa, en la impotencia que se instala en el pecho como una herida abierta. Es como si el Estado de Israel, bajo el liderazgo de Benjamín Netanyahu y la Complicidad de los Estados Unidos, hubieran convertido a Gaza en un infierno sostenido por el silencio internacional”.
La brutalidad con la que se inflige sufrimiento a miles de seres humanos inocentes —la crueldad de ametrallar a niños que acuden a supuestos refugios en busca de alimento, la destrucción sistemática de hospitales, mezquitas, escuelas y ciudades enteras— constituye una evidencia irrefutable: llevamos más de 23 meses presenciando un genocidio.
Lo más ensordecedor no es solo la violencia, sino su continuidad. Porque si sigue ocurriendo, significa que el mundo ha fallado. Nuestra humanidad es hoy más escasa que ayer. Lo que debería ser condena, lo que debería estremecernos, indignarnos y movilizarnos, se ha convertido en una escena que muchos prefieren ignorar. ¿Por qué? ¿Qué puede justificar la hambruna, la destrucción, la desolación de quienes han perdido a casi toda su familia bajo los bombardeos israelíes?
La verdad, como dama coherente, clama desesperadamente por justicia. Busca que los líderes de todas las naciones despierten, que actúen con firmeza para detener la barbarie que Israel comete contra el pueblo palestino. Esta urgencia exige análisis profundo, pero también acción decidida. ¿Estamos normalizando el asesinato de niños? ¿Cuánto poder, cuánto odio puede habitar en un líder para querer borrar del mapa a toda una nación?
Nuestra humanidad, esa que nos ha sostenido como especie con propósito colectivo, se tambalea ante cada guerra ignorada, cada desplazamiento forzado, cada masacre silenciada. No podemos seguir permitiendo que el horror se institucionalice.
Y desde mi voz, desde mi trinchera de palabras, elevo un canto por Gaza. Que la justicia no tarde, que la memoria no se borre, que el dolor no se normalice. Que Israel enfrente sus crímenes, y que el pueblo palestino reciba lo que tanto merece: paz, dignidad, tierra y futuro. Porque mientras haya poesía, habrá resistencia. Y mientras haya conciencia, habrá esperanza. Que la equidad florezca donde hoy hay ruinas. Que la vida venza al odio. Comentarios al autor: eljimagua@live.com. #freegaza