Escritor y Activista de Derechos Humanos
Twitter: @eljimagua
“Las vestidas”, “esa se cree más macho que yo”, “un hombre no puede sentir ser mujer”, “eso es contra natura”, son solamente algunos de los comentarios que persisten en la sociedad al referirse hacia estas personas. A los/las travestis, transexuales y transgéneros se les hace muy difícil conseguir trabajo, debido al discrimen existente en torno a la apariencia “hombre/mujer – mujer/hombre, lo cual aún no “encaja” con las creencias tradicionales que imponen la heterosexualidad sobre todas las identidades sexuales existentes.
Muchas personas transexuales o transgéneros terminan en las calles realizando el trabajo más antiguo, la prostitución. Esto es debido a dicho discrimen social y laboral del que son víctimas. Otro asunto muy lamentable lo es el discrimen dentro de la propia comunidad LGBTT hacia estas personas, quienes de manera asidua reciben comentarios despectivos de gays, quienes conociendo de cerca el discrimen, deberían por comenzar a reconocer la importancia de respetar todo tipo de identidad de género.
Estos comportamientos dentro de la propia comunidad LGBTT se deben a aspectos culturales (crecemos escuchando todo tipo de prejuicio, condenas y burlas) en torno a lo que se entendía antes como “diferente o contra-natura”, pero que hoy científicamente hablando, se ha comprobado es algo muy natural del ser humano. Existen personas que nacen en el cuerpo equivocado, es simple de comprender.
Llamar a una mujer que decide vestir ropa “socialmente destinada para caballeros” tanque, marimacho, bucha, o simplemente no respetarle por dicha razón (igual sucede con hombres que deciden utilizar ropa de “mujer”) es sin duda alguna perpetuar el discrimen y el prejuicio.
Cuando comprendamos que los seres humanos somos sumamente diversos comenzaremos a respetar las diferencias y a reconocerlas como positivas. Entenderemos que el derecho que uno merece a ser respetado (a) lo merece toda persona, sin importar su orientación sexual o identidad de género, así como la forma mediante la cual decida vestir.
Se hace neseraria una lucha de mayor visibilidad a favor de las personas transexuales, trangéneros y travestis que se traduzca en una apertura mental social que provea justicia, mayores derechos y respetos, así como acceso libre de discrimen a formar parte de la propia sociedad y del mundo laboral.
A continuación me pretendo conceptualizar estos tres términos utilizando como marco de referencia el texto de (2014), el cual comprendo maneja con gran respeto dicha conceptualización. Estos tres conceptos que son muy reales en nuestras sociedades, por lo que son identidades muy innatas de los seres humanos.
Transexual:
La transexualidad se define como la convicción y sentimiento de la pertenencia al sexo opuestoal biológico. Son personas que no se identifican con su cuerpo y desean cambiar su identidad por la del otro género, adaptando su vida y esperando ser aceptada por el sexo al que desea pertenecer.
Las personas transexuales entran en conflicto con el sexo con el que nacieron, por lo regular desean cambiarlo. Son personas con características sexuales, emocionales y físicas muy propias. El cambio de sexo es conocido como “Proceso transexualizador”, el cual comienza con una terapia hormonal y puede terminar con una operación de cambio de sexo. La persona transexual primaria reconoce identificarse con el sexo opuesto desde la niñez o adolescencia, mientras la persona transexual secundaria desarrolla dicho deseo en la edad adulta.
Transgéneros:
Se refiere a aquellas personas que se identifican y desean pertenecer al sexo opuesto pero todavía no se han sometido a una reasignación de sexo. No obstante, no todos los individuos transgénero se someterán a dicho cambio de sexo. Del mismo modo, su orientación sexual es indiferente del sexo al que desean pertenecer o se sienten parte.
Travesti:
El travestismo se trata del comportamiento e identidad transgénero en la que una persona, ya sea hombre o mujer, expresa a través de su modo de vestir un rol de género socialmente asignado al sexo opuesto. Acto conocido como cross-dressing o crossdressing. Aunque íntimamente asociado a la transexualidad, el travestismo no siempre implica, o puede implicar, un deseo de pertenencia al sexo opuesto, sino que simplemente puede ser un modo de diversión y/ó erotismo.
Nota: Las operaciones de genitales es una más de las operaciones de reasignación de género. Preferimos llamarlas así y no operaciones de cambio de sexo, nadie cambia de sexo, solamente se corrige una asignación errónea de género realizada después del nacimiento del bebé.
Las definiciones en esta columna fueron modificas del texto de la periodista Lucía Martín en su artículo “Diferencias entre Transexual, Transgénero y Travesti”.
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