Por: Francisco Ël Jimagua Cartagena Méndez
Escritor y Activista de Derechos Humanos
Presidente Fundación ASI
Twitter: eljimagua
Cuando ser gay deje de ser un “pecado” y una anomia social, tendremos familias más completas. Familias en las que ningún adolescente LGBTT se quite la vida por el rechazo de sus propios padres, familiares o amigos.
Tras la inquisición y la cristianización del mundo a la fuerza, desde que nacemos se nos enseña el supuesto “pecado” de la homosexualidad. Lo mismo sucedió en el pasado cuando las mujeres poseían menos derechos que los hombres o eran asesinadas acusadas en la horca o en la hoguera de ser brujas. En algunos países esto sigue sucediendo. Igual sucedió con millones de indígenas y las personas negras, quienes fueran cristianizadas y esclavizadas por su color de piel, utilizando como referencia para dar paso a la esclavitud la propia religión.
Los “pecados” muy a mí entender son conceptos utilizados para el control y dominio de la libertad del ser humano. Pero más allá de las divinidades o escrituras supuestamente sagradas, es importante comprender que todo ser humano sin importar su orientación sexual, debe gozar de todas las protecciones y derechos legales en sus respectivas naciones.
En otras palabras, los derechos jurídico-legales nada tienen que ver con las religiones, por lo que al otorgarlos, no se puede utilizar ninguna religión como marco de referencia. Deben estar SEPARADOS.
Actualmente observamos en muchos países del mundo a niños y niñas, así como adolescentes vivir su homosexualidad libremente. Sus compañeros y compañeras de escuela son más sensibles que en el pasado y les tratan con mayor respeto. Hoy observamos videos de padres comprando muñecas a sus hijos varones, o aceptando que sus hijos o hijas son transexuales o transgéneros. También vemos sociedades más “gay friendly”.
Hoy observamos numerosas películas en los cines y en la televisión (incluyendo novelas y seres de tv) en las que se tocan asuntos gay. Hay miles de escritores gays contando historias y publicando libros. Además hay avances en personas militares LGBTTs que ya no tienen que ocultarse como antes.
Yo le llamo a esta nueva realidad social, LA GENERACIÓN G, compuesta de seres humanos que han comenzado a valorizar verdaderamente el respeto hacia su prójimo, el respeto que merece la homosexualidad.
La Generación G ha comenzado a comprender que ese “pecado” de la homosexualidad es falso. En un futuro que muchos veremos, se comprenderá el error que fue condenar, perseguir, rechazar y asesinar a los gays, (tal como hoy se reconoce el error que fuera hacerlo con las mujeres, los indígenas y los negros). Cuando todo esto pase, tendremos sociedades verdaderamente democráticas y proactivas.
Cuando ser gay deje de ser un pecado habrá menos suicidios en personas LGBTT y menos agresiones en su contra. Habrá sociedades con mayor fuerza laboral. Habrá una gran diversidad de talentos, talentos que ayer se perdieron y hoy se siguen perdiendo en el suicidio o en los asesinatos contra gays que son causa de la homofobia y el discrimen.
En honor a las millones de personas que han sido víctimas del fundamentalismo religioso, la homofobia y el discrimen, continuemos luchando por crear sociedades que valoricen y reconozcan la diversidad como algo positivo. Hagamos de la generación G una que represente con dignidad a los conceptos amor, humanidad, respeto, sensibilidad, unión y libertad.
Juntos y juntas lo habremos de lograr.
Derechos reservados por Francisco El Jimagua
Biografía/Biography
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