Por: Francisco “El Jimagua” Cartagena Méndez
Escritor y Activista Puertorriqueño
Derechos Reservados – Twitter: @eljimagua
Viven obsesionados con los homosexuales, nos persiguen y nos mencionan más de lo que mencionan las palabras “amarás a tú prójimo”. Los religiosos fundamentalistas promueven la homosexualidad pero al mismo tiempo promueven odio en nuestra contra. Una contradicción muy lamentable y peligrosa que sigue teniendo efectos negativos en muchas sociedades.
SI hay algún grupo en la sociedad que promueve la homosexualidad de manera asidua, lo es los religiosos fundamentalistas que viven con la obsesión de atentar contra los derechos de la comunidad LGBTT. No pasa un día sin que estas personas no hablen de la homosexualidad, la condenen e intenten detener los derechos constitucionales y legales que merecemos y por los que tanto hemos luchado.
Los fundamentalistas indican que “dios ama al pecador pero no al pecado”; ante esta expresión contradictoria, continuamente vomitan expresiones en las que están en contra que los gays. Además no quieren que hagamos pública nuestra orientación sexual y nuestras relaciones de pareja.
La razón lo es querer “ocultarle” a los niños que los gays existimos. Sin embargo, son ellos quienes día a día les hablan a los niños sobre los gays y les envenenan la mente hablándole sobre condenas y supuestos castigos eternos destinados a miembros de la comunidad LGBTT.
Los niños crecen entonces con varias perspectivas relacionadas a la homosexualidad;
1) comienzan a tener curiosidad por lo que es la homosexualidad;
2) crecen creyendo que los gays somos aberrantes y que no agradamos a “dios”;
3) les crea odio y temor contra los gays;
4) muchos niños podrían volverse gays;
5) los niños y niñas gays sufren en silencio al escuchar condenas en su contra;
5) los fundamentalistas se contradicen en sus prédicas de amor y misericordia para con su prójimo.
La realidad es que la persecución religiosa-fundamentalista es un mal social que ha logrado que miles de adolescentes y personas gays se suiciden hartos (as) del rechazo, el bullying y la homofobia de estas personas que odian a quien piensa diferente a sus creencias.
El fundamentalismo religioso promueve violencia y agresiones contra gays, separa a nuestras familias y amistades, envenena los corazones de toda persona que tristemente reciben todas las semanas el discurso de odio y temor que proyectan los líderes religiosos que viven de la opresión de los “creyentes” de Dios.
Es importante que sigamos luchando en contra de todo tipo de discrimen y la promoción de la homofobia. Es importante promover la homosexualidad desde una perspectiva realista en la que los niños y todo tipo de persona reconozcan que ser gay no es un pecado y que todos los seres humanos merecemos tener el mismo respeto y los mismos derechos legales y constitucionales.
En fin, que el amor es diverso y universal y toda persona tiene derecho de amar en completa libertad. Puedes comentar abajo o escribir tú opinión a mí correo eljimagua@live.com
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