PUERTO RICO A POR EL MATRIMONIO IGUALITARIO
POR: FRANCISCO
“EL JIMAGUA” CARTAGENA
ESCRITOR Y ACTIVISTA
SOCIAL
No pueden ni Wanda Rolón, ni
Jorge Rashcke, no puede un Rivera Schatz, tampoco Fortuño, no los despectivos
mediáticos El Molusco, Kobbo Santa Rosa o un Luisito Vigoreaux, no pueden todos
y todas fundamentalistas y promotores del odio ir en contra de los vientos de
la igualdad.
El matrimonio civil entre
parejas del mismo sexo es una cuestión de derechos humanos, y no, como intentan
enmarcar los fundamentalistas, una cuestión religiosa. Ya sonaron las campañas
de la igualdad en once países en donde, este estatuto civil equitativo es una
realidad y Puerto Rico como país democrático debe atemperarse a los tiempos de
la igualdad.
Estados Unidos tras la re-elección del Presidente
Barack Obama nos ha enviado un mensaje al resto del mundo que no puede pasar
por alto. En un país en donde habitan más de 400 millones de personas, las
expresiones públicas del presidente re-electo a favor del matrimonio igualitario,
no le representaron un costo político. Los estadounidenses nos dicen que la
gran mayoría de las personas en dicho país ven con buenos ojos la otorgación
del derecho al matrimonio igualitario.
Denegar a personas individuales el derecho al
matrimonio civil, basándose en el género de sus parejas, hace inconstitucional
toda pronunciación jurídica de cualquier estado que exprese que todos los
hombres son iguales ante la ley. En Puerto Rico no todos los hombres somos tratados
iguales ante la ley.
Resulta irónico que la comunidad homosexual tenemos
las todas las obligaciones legales que tienen los heterosexuales a quienes sí
se les reconocen todos los derechos. Estas obligaciones van desde pagar
impuestos, rendir planillas, trabajar y contribuir a la economía, desviarnos de
la anomia social o las conductas desviadas, hasta la oportunidad a emitir un voto eleccionario por
aquellos políticos que históricamente no legislan por nuestros derechos.
La posición del Estado Libre Asociado de Puerto Rico
debe estar orientada a ir en contra de toda presión fundamentalista y
eclesiástica, para enmarcarse en la no discriminación en contra de una persona
por causa de su orientación sexual o identidad de género.
Tras las elecciones en Estados Unidos se envió un
mensaje a favor del matrimonio igualitario. En Puerto Rico hay esperanza con
Carmen Yulín en San Juan quien se pronunció en todo momento a favor de impulsar
derechos para la comunidad LGBTT, y un Pedro Peters, primer legislador
municipal abiertamente homosexual.
En Puerto Rico hay esperanza porque nos mantenemos
luchando miles de personas a por el derecho al matrimonio igualitario. Luchamos
por asegurar el derecho a las parejas del mismo sexo a tener la
oportunidad de crear una familia, lo que
supone un gran paso a favor de todos los derechos para todas las personas, asunto
en el cual no debe haber ninguna excepción, comentarios a eljimagua@live.com.
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