Aprendí a temprana edad en la escuela que dos más, dos es igual a cuatro, pero creo mis maestros me ensenaron mal dicha suma, ya que por más que trato de que me de ese mismo resultado en la actualidad, luego de sumar y sumar, el resultado me da solo a 3. Ósea me falta uno en la suma. Quizás ese número que no aparece, por más que los políticos me digan que el resultado es cuatro, lo es la comunidad LGBTT (Gay bisexual, Transgénero y Transexual).
Durante los últimos años, el tema gay a acaparado en numerosas ocasiones la opinión pública. Muchas veces sobre la maléfica y discriminatoria Resolución 99, la revisión del código civil, y las expresiones homofóbicas continuas por el Presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, quien una y otra vez asegura que en Puerto Rico no existe el discrimen.
Quisiera intentar una vez más explicar el discrimen existente en Borinquén en contra de la comunidad gay. Si Don Mengano y Doña Mengana deciden casarse, pueden hacerlo, pero si Mengana y Mengana o Mengano y Mengano solicitan poder contraer matrimonio, está totalmente prohibido. Simplemente las parejas del mismo sexo no podemos casarnos, pero bien que si podemos pagar impuestos. Una pareja heterosexual debidamente casada, puede incluir a su pareja en su plan médico, pero una pareja gay (al no poder casarse) no puede hacer lo propio, pero si podemos los gay votar en elecciones, y ante la histeria y el fanatismo político ser los mismos gay quienes suban al poder a dirigentes homofóbicos.
Existe también la hipocresía eclesiástica, ya que de seguro a la hora del DIEZMO o de una persona otorgar un donativo a una iglesia, poco importa la identidad sexual del generoso donante.
Una vez más juegan con nuestra inteligencia, o quizás mucho peor, nos mienten en nuestra propia cara, siendo el descaro, la falsedad y la homofobia dominando el ambiente político y social en Puerto Rico.
Es ilógico hacer creer lo que es increíble. En Puerto Rico si existe homofobia legislativa y religiosa, existe discrimen a granel y ese discrimen se denota en corazones asustados, atormentados y totalmente dolidos en miles de puertorriqueños y puertorriqueñas. En Jóvenes, mujeres, hombres y ancianos que tienen que sufrir de la burla, ofensas, discrimen en la televisión, en las escuelas, en sus trabajos. A caso no han visto a la maldita muneca del canal cuatro o al viejo frustrado de hectyor Travieso en “La Comay” como cada vez que les da la santa gana, lanzan improperios, ofensas y comentarios despectivos hacia los gay. (Eso no es un tipo de homofobia y/o discrimen) (¿POR QUÉ SE PERMITE?)
Existe un discrimen que aprieta el alma y puede traer consigo, llanto, dolor, pensamientos suicidas, problemas emocionales y sobre todo un incremento en la triste decisión de que miles de hombres y mujeres opten por vivir una doble vida, donde solo domeña la mentira, y quien vive de una mentira, termina haciéndose prisionero (a) de la misma.
¿Hará falta encadenarse o desnudarse frente al capitolio, o quizás, que un hij@ del presidente del senado le diga “Papa, ¿por qué me odias por ser gay”? o que la comunidad gay decida boicotear al gobierno, dejando de pagar impuestos, o evitando gastar en los Mall, barras, etc. (Para que se den cuenta que nuestra comunidad mueve la economía igual o más que los heterosexuales).
¿Qué hace falta? ES SENCILLO… Hace falta tolerancia, justicia, equidad y comprensión, y es triste ver como estamos ante el gobierno mas sectario, homofóbico y discriminatorio en la historia colonial de Puerto Rico, estamos ante un gobierno insensible que puede lanzar a la calle a decenas de miles de personas a la calle, por los errores que ellos mismo cometen (los políticos).
Existe el discrimen, porque yo me he sentido discriminado, y políticos…, desmiéntanme y desmientan a las miles de personas que como yo, así se han sentido.
Esto esta cabr…
Francisco J. Cartagena Mendez
El Jimagua
Correo del autor: eljimagua@live.com
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